Tengo una hija llamada Valentina, cuando ella tenía escasos tres años de edad cumplidos hubo cambios que notamos de inmediato, pues de repente ella presentaba actitudes que nos hacían pensar que hablaba con alguien más; un amigo imaginario (común en los niños) pero que no dejaba de intrigarnos, pues la interacción que ella tenía era realmente sorprendente, en verdad era como si se dirigiera a alguien que estuviera físicamente con ella, pero, ¿quién era ese alguien? Por más que nos esforzábamos en tratar de verlo no lo lográbamos, de hecho,...
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