Justo días antes de mi cumpleaños estaba limpiando las hojas de mi palo de Brasil y vi que comenzaría a florecer. Investigando en internet supe que florecen dos veces en toda su vida y le hice el comentario a mi esposo de que deberíamos sentirnos privilegiados ya que es muy raro que florezca y que si comenzábamos un negocio nos iría muy bien, que sentía que tendríamos éxito.
Él al principio no estaba muy de acuerdo con lo que invertiríamos, pero cuando comenzó a checar lo que había solicitado, se quedó sorprendido por el material e invoco a los ángeles para pedir su ayuda. En pocos días le llamaron para que realizará un proyecto de construir una casa y muy contento me dijo: ¡gracias a tus seres de luz las cosas van saliendo!, y yo le conteste… no te sueltes de sus manos vas a ver qué después de la tormenta vendrá la calma te lo aseguro.